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Un Camino más excelente

Febrero 2023

Pr. Pablo Garay

Pasaje Bíblico: 1 Corintios 13

1Corintios 13

Introducción: Primeramente, tenemos que ver como Pablo llega a este capítulo tan importante, para eso repasemos los capítulos 11 y 12.

EL Capítulo 11 son instrucciones en la vida de la Iglesia y principalmente como Participar de la cena en comunidad dignamente.

Luego en el capítulo 12 comparte principios y enseñanzas sobre los dones espirituales, enfatizando que “todos hemos recibido por el mismo espíritu dones” y aunque son diferentes como las partes de un cuerpo, todos cumplen una función especial y son necesario.

El capítulo doce termina llamando la atención de que los dones no debería convertirse en una competencia entre hermanos, sino todo lo contrario debe ser para bendición del cuerpo y finaliza: V.31b …. Ahora les voy a mostrar un camino más excelente.

1Corintios 13

  1. Si hablo en lenguas humanas y angelicales, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo que hace ruido.

Este pasaje arranca con el último don mencionado en el capítulo 12 (don de lenguas) . Si bien podemos generalizar que ningún don del espíritu que se ejerza sin amor llegará a ser de bendición, evidentemente había un problema en especial con este don de lenguas. Es más el capítulo 14 retoma el tema y lo explaya casi exclusivamente sobre el don de lenguas y los problemas relacionados al mal uso de este don.

Queda claro que cualquier don si no se ministra con amor, no tiene ningún impacto espiritual.

Saúl estaba buscando un buen músico para aliviar su mal espiritual. 1 Samuel 16: 17 Bien, les respondió Saúl, consíganme un buen músico y tráiganlo. 18 Uno de los cortesanos sugirió: —Conozco a un muchacho que sabe tocar el arpa. Es valiente, hábil guerrero, sabe expresarse y es de buena presencia. Además, el Señor está con él. Su padre es Isaí, el de Belén.

23 Cada vez que el espíritu de parte de Dios atormentaba a Saúl, David tomaba su arpa y tocaba. La música calmaba a Saúl y lo hacía sentirse mejor, y el espíritu maligno se apartaba de él.

  1. Si tengo el don de profecía y entiendo todos los misterios y poseo todo conocimiento, y si tengo una fe que logra trasladar montañas, pero me falta el amor, no soy nada.

Hacer discípulos para un rabino de la época de Jesús, implicaba esperar a que un joven de unos 15 años, le pidiera ser uno de sus discípulos. Pero para llegar a ese momento tan esperado, este joven tendría que haber pasado por la rigurosa instrucción judía desde que tenía 5 o 6 años el Bet séfer (casa del libro) hasta los 10 o 11 años, para seguir con el Bet Talmud (casa de instrucción) de donde egresaba a sus 15 años.

Claro que, para ese entonces ese joven debía saber la Torah de memoria, conocer en profundidad la Misnah y saber los preceptos del Talmud. El Rabino consideraba el pedido del joven candidato, haciéndoles una serie de preguntas sobre todo el conocimiento adquirido. Si el Rabino consideraba que tenía todo lo suficiente y era digno de llegar a ser como su maestro, entonces y solo entonces le decía: “Ven y sígueme”. De lo contrario lo despedía indicando que debía volver a su casa y dedicarse al oficio de sus padres.

Pensemos por un instante, en todos los que quedaban descalificados, aún en las primeras instancias de instrucción. Solo los mejores de los mejores egresaban de Bet Talmud, pero para continuar al siguiente nivel de Bet Midrash, debían esperar la aprobación final del Rabino al cual habían elegido.

En este contexto podemos entender más profundamente, cuando Jesús les dijo “ven y sígueme” a todos esos hombres que en su mayoría eran pescadores o desarrollaban diversas tareas u oficios, indicador de que no habían sido calificados como para ser discípulos de algún rabino. Cobra mayor magnitud el pasaje del Apóstol Pablo “En cambio, Dios eligió lo que el mundo considera ridículo para avergonzar a los que se creen sabios. Y escogió cosas que no tienen poder para avergonzar a los poderosos. Dios escogió lo despreciado por el mundo lo que se considera como nada y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante.” 1 Cor.1:27-29

Jesús rompió todos los paradigmas de lo que significa “hacer discípulos”. Primero que nada, fue Jesús quien los eligió, segundo no buscó los más capacitados ni calificados, buscó los corazones dispuestos y comprometidos. Los Rabinos estaban preocupados en las observancias de ritos y leyes, su enfoque era lo externo más que lo interno y Jesús se ocupaba de que comprendieran que lo interior era mucho más importante que lo exterior. La finalidad de hacer discípulos para el Rabino era que sus discípulos llegaran a un lugar de privilegio y honra, dando crédito y prestigio al nombre del Rabino. Para Jesús el discipulado era formar hombres y mujeres que priorizaran el servicio a el prestigio, la entrega total, a la buena posición, y la vida en santidad, fidelidad e integridad, a la observancia meticulosa de ritos y leyes.

3 Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso.

Por último, lo que el mundo conoce como caridad o altruismo, nosotros lo llamamos acción comunitaria, o servicio a la comunidad, ayuda social, etc.