Reflexión Pastoral

Pastor Pablo Garay

Ese momento en el monte de los Olivos, estuvieron cargados de emociones de todo tipo. Los apóstoles, no entendían mucho que estaba pasando, estaban desorientados observando a su maestro envuelto en una tristeza que no le era común. Escuchaban de Jesús, palabras que no podían procesar ya que para ellos, tenían a un líder libertador, el caudillo que traería el final del imperio Romano.

Por otro lado estaba Judas, que cegado por la ambición y seducido por el amor al dinero, traicionó a su maestro, vendiéndolo por treinta monedas de plata, para luego sufrir de remordimiento por el gran error ocasionado, sin poder creer en una salida a su gran pecado.

Estaban también los líderes religiosos, que con mucha bronca, odio, y envidia, encontraron en la traición de Judas una oportunidad para eliminar a su gran problema. No convenía que Jesús siga predicando y alcanzando a tantas personas, pues dejaba en evidencia la corrupción que como líderes tenían. El mensaje y vida de Jesús, contrastaba grandemente con las ambiciones políticas, las ansias de poder y la falsa religiosidad de estos seudo líderes.

Por otro lado satanás festejaba esos momentos de traición, soledad y odio que rodeaban la vida de Jesús por esas horas. Si has visto la película “La Pasión” tendrás una idea visual muy bien lograda, de cómo han sido esos momentos en la vida de Jesús.

Pero fue ahí donde el infinito AMOR de Jesús se expresó en una decisión orada y proclamada a los cuatro vientos: «Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.»

Su entrega total hizo posible que toda la humanidad fuera libre de la muerte eterna. No hay palabras que alcancen a agradecer tanto amor y misericordia por nosotros. Solo nos queda seguir sus pisadas en una Entrega Total!!!!!!

Vivir es Cristo