“Firmes en Santidad, Constancia y Fidelidad”
Agosto 2019
Pastor Pablo Garay
Este tremendo pasaje compara la vida cristiana con una carrera deportiva. En aquel entonces era bastante común ver los atletas prepararse para competir en las olimpiadas. Por esta razón Pablo toma el ejemplo para aplicarlo a nuestra vida cristiana. No podemos imaginar un corredor deseoso de ganar la competencia llevando consigo pesas atadas a los tobillos. De la misma manera no podemos imaginar un cristiano queriendo avanzar en su caminar con Cristo, cargando con viejas heridas del pasado, traumas sin resolver, o cargado de pecados sin confesar.
El primer desafío es a estar Firmes en la “Santidad”. El segundo nos alienta a perseverar, es decir: ser “Constantes” y nuevamente no imaginamos a un corredor entrenando muy debes en cuando, o simplemente cuando se siente animado para hacerlo. Un cristiano necesita avanzar, crecer y madurar constantemente por el poder del Espíritu Santo.
Por último, tenemos el desafió a no quitar la mirada de Jesús, es decir vivir una vida de “Fidelidad” enfocados en el único que guía nuestro camino en el sentido correcto, sin poner la mirado en otro lugar, lo cual desenfoca nuestro amor, fe, y propósito.
Cierta vez Pedro quiso caminar sobre las aguas como su maestro y logró dar unos pasos, más cuando se desenfocó y corrió su mirada de Jesús, mirando las circunstancias, empezó a hundirse. La Biblia nos relata como una y otra vez el pueblo de Dios le era infiel, porque ponía la mirada en otros dioses. Son tiempos donde correr la carrera cristiana implica vivir en santidad a través de la íntima comunión con el Señor, ser constantes en la oración, la adoración y vivir la palabra, mirando siempre a Jesucristo, siendo fieles en lo que El nos dio. "Su señor le dijo: '¡Bien, siervo bueno y fiel! Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré. Entra en el gozo de tu señor'. Mat. 25.21 VIVIR ES CRISTO