“Consagración y Conquista”
Octubre 2019
Pastor Pablo Garay
Uno de los momentos más importante y esperado por el pueblo de Israel, fue tomar posesión de la tan anhelada “Tierra Prometida”. Cuatrocientos años viviendo en la tierra de Egipto en paz y libertad, cuando de pronto vino un Faraón que no conocía a José ni la historia de Israel, y los puso en cautiverio. La gran angustia y el dolor por la esclavitud se transformó en un fuerte clamor que subió hasta el corazón de Dios, quien llamó a su siervo Moisés para liderar la liberación de su pueblo.
Lo que cuesta entender es ¿porque después de ser testigos de milagros y maravillas en todo el proceso de liberación, hayan quedado dando vueltas 40 años en el desierto sin poder entrar al lugar de la Promesa? Y la razón es una sola: “el pecado”. La falta de Santidad y de Consagración, llevó a que toda una generación se perdiera de vivir lo nuevo que Dios tenía preparado para su pueblo.
Josué y Caleb fueron los únicos que sobrevivieron a toda una generación que mantenían una mentalidad de esclavos, salvo ellos dos que cuidaron su corazón, no perdiendo su fe y perseveraron en la santidad, el resto volvieron al yugo de la esclavitud, Gálatas 5:1 dice: “Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, manténganse firmes y no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud”
Lo único que puede retrasar los sueños de Dios para nuestras vidas es la “falta de Santidad”. Tomemos el desafió en estos 40 días de ayuno y oración para vivir un tiempo especial de Consagración y estar listos para la Conquista de lo que Dios quiere hacer en nuestras vidas, familias, ciudades, provincias y Nación.
Las maravillas para nosotros hoy son los milagros y bendiciones que Dios quiere derramar en todas las personas que conocemos a nuestro alrededor.
Los que confíen en mí y usen mi nombre podrán hacer cosas maravillosas: Podrán expulsar demonios; podrán hablar idiomas nuevos y extraños; podrán agarrar serpientes o beber algo venenoso, y nada les pasará. Además, pondrán las manos sobre los enfermos y los sanarán.» Marcos 16:17-20 #vivirescristo